En esta entrada encontraras las fotos de la conmemoración del colegio y el video solicitado.
Almas Cautivas
Dicen que cuando alguien te toma una foto, se lleva un pedazo de tu alma. Que la cámara es como un portal que encierra en silencio lo que no se ve: emociones, miradas, momentos que ya no volverán. Y yo no sé si eso es cierto… pero algo se siente. Algo se queda ahí, flotando entre los píxeles, latiendo en cada frame.
Siempre me ha fascinado eso. La idea de congelar lo que duele, lo que brilla, lo que simplemente pasa demasiado rápido. Tomar una foto no es solo apretar un botón. Es ver con otros ojos. Es atrapar una historia sin decir una sola palabra. Es como escribir con luz.
Yo tomo fotos porque me gusta detener el mundo por un segundo. Porque a veces siento que la vida corre tan rápido que solo así puedo volver a tocarla. Y a veces filmo porque quiero escuchar la risa otra vez, el viento en el cabello, la voz temblorosa de alguien que ya no está.
Capturar no es robar. Es guardar. Es crear un rincón donde lo efímero puede durar más que la memoria.
Y como en la canción de Andrea de Bad Bunny, hay algo de nostalgia y libertad en todo esto. Algo de amor propio también. Ser la que mira, la que encuadra, la que transforma lo cotidiano en arte. Me gusta verme a través del lente y ver a los demás también. Encontrar belleza en el caos. Documentar mi propia revolución íntima.
Al final, sí… puede que capture almas. Pero no para encerrarlas, sino para celebrarlas. Para que no se olviden. Para que sigan bailando dentro de cada imagen.
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